Bastante terreno ha Ganado el Carménere. Actualmente, es la cuarta cepa más plantada en el país y eso que, en un principio fue vista como una gran amenaza para el vino chileno. Con el tiempo se transformó en una importante oportunidad de diferenciación para el país y de desarrollo de una cepa olvidada y casi extinta en el mundo.
Los expertos sostienen que el Carménère es una cepa difícil de reconocer. Se calcula que llegó a Chile junto con las importaciones masivas que se hicieron de variedades de Bordeaux en el siglo XIX (1840 a 1890), cuando las familias que habían obtenido muchos recursos con el negocio del salitre o del carbón buscaron expandir sus actividades o iniciar el desarrollo de productos con más status social como era el vino.
En las importaciones de plantas venían principalmente Cabernet, Merlot y Sauvignon Blanc, pero se confundieron con plantas de Carménère que en la época ya se dejaba de producir en Francia, debido a sus problemas de adaptación en la zona de Bordeaux y por su sensibilidad a la filoxera, un parásito de las parras.
Años más tarde se empezó a comentar que el Merlot que se producía en Chile era muy distinto y con características particulares. Incluso se hablaba del Merlot chileno por su marcada diferencia con el Merlot francés.
Pero, lo que realmente pasaba era que lo que se cultivaba como Merlot era Carménère o una mezcla de ambas cepas. El Carménère fue cultivado confundido con el Merlot por mas de 100 años.
En 1994, el ampelógrafo Jean Michel Boursiquot viajó a Chile a visitar algunos viñedos, particularmente uno de los “mejores” en Merlot chileno. Y fue él, quien se dio cuenta que no se trataba de esa cepa sino que probablemente era Carménère, lo que fue ratificado meses más tarde.
En 1997 viña De Martino generó la primera etiqueta chilena de Carménère. Esta situación era aún ilegal, ya que esta variedad no estaba inscrita ante el Ministerio de Agricultura ni aprobada por la ley. Por ello, incluso se cuarentenaron muchas botellas que no se pudieron vender y se cursaron multas a los productores. De ahí en adelante, ya conociendo las cualidades de la variedad y sus características distintivas, se sucedieron miles de hectáreas reconocidas e inscritas cada año. Se incorporó el Carménère en la legislación como variedad con denominación de origen.
¿Qué pasa hoy?
Según el Catastro Vitícola Nacional elaborado por el SAG en 2013, el Carménère fue la cuarta variedad más plantada en el país, con 10.732 hectáreas, representando el 8,2% de la superficie de viñedos del país. Durante ese año la cepa desplazó por primera vez al Chardonnay a la quinta posición y hoy es superada por el Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc y Merlot.
Hoy Chile es el país con más hectáreas de Carménère en el mundo y es sin duda el país donde se etiquetan mayor número de botellas con la variedad. Es una cepa muy solicitada en mercados extranjeros, especialmente en países como Brasil, donde le compite mano a mano al Cabernet Sauvignon. Esta variedad es reconocida mundialmente y es un pilar fundamental en la producción y envíos de vino chileno.
La importancia de tener en el portafolio una cepa que no tiene competencia en el mundo es una gran ventaja. En el Carménère solo Chile compite con Chile y eso es extraordinario cuando la base de una actividad es la exportación. Probablemente nunca sea la cepa más vendida, pero ya es una variedad insigne para Chile, por su importancia, su originalidad y el aporte que hace al mercado mundial del vino.
Siempre destaca por su bello color, la suavidad de sus taninos, la particularidad de sus aromas terrosos especiados y frutales, siendo un excelente vino para armonizar diversos platos, especialmente guisos preparados con carnes rojas y hierbas o especias.
Nunca se sabrá a ciencia cierta si las plantas importadas desde Francia fueron un simple “error” o se trató de un engaño por parte de comerciantes que no tenían mercado para esas variedades. El caso es que este hecho, que se descubrió un siglo después y que fue visto al principio como una gran amenaza y vergüenza para el vino chileno, se transformó en una importante oportunidad de diferenciación y de desarrollo de una variedad olvidada en el mundo, que hoy enorgullese a los viñateros y es un pilar fundamental de los envíos locales.
Producto de su importancia, entre el 15 y 17 de octubre se realizará la cuarta versión del concurso “Carménère al mundo” que organiza desde el 2006 la Asociación de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile.
Las cifras que muestran las ventas
- De Martino generó la primera etiqueta chilena de Carménère en 1997.
- 8,2% fue la participación que tuvo el Carménère en las plantaciones de viñedos en Chile en 2013.
- 10.732 hectáreas de Carménère habían plantadas en el país en el 2013, según catastros del SAG.
- 32% es la cuota del Cabernet Sauvignon entre las plantaciones locales, siendo la principal cepa del país.
- 130.362 hectáreas fue el total de plantaciones de viñedos que registró Chile durante el año pasado.
Fuente: El Mercurio