El Mercurio.-/ El presidente de Vinos de Chile Aseguró que de aplicarse la iniciativa, se perjudicará a unos 70 mil empleos regionales que se relacionan directamente con la industria vitivinícola. También argumentó que el sector está en un rango de consumo responsable.
Como de extrema preocupación calificó el presidente de Vinos de Chile, René Araneda, la situación en la que se encuentran los viñateros del país ante el proyecto de reforma tributaria que está proponiendo el gobierno de Michelle Bachelet.
El líder gremial aseguró que dicha iniciativa afectaría principalmente el consumo de vinos por parte de la población de ingresos medios y medios bajos. Esto, debido a que el 80% del vino que se consume en Chile se vende en un promedio de $1.400 por litro, siendo principalmente demandado por este segmento de la población.
Actualmente el vino tiene un impuesto específico (ILA) de 15%. Con la propuesta del Gobierno este subiría a 18%. A lo anterior, se pretende sumar adicionalmente un tributo que consiste en 0,5% del valor neto del producto por cada grado alcohólico (si se tiene en cuenta que el vino tiene 12°, el impuesto se elevaría del 18% al 24%). Asimismo, se busca agregar una sobretasa de 0,03 UTM por cada grado de alcohol.
“(De concretarse) el impuesto específico casi se triplica. El gravamen específico del vino subiría del 15% al 42%; el Gobierno habla de 15% a 24%, pero se les olvida mencionar la sobretasa que se nos aplicará”, afirmó.
Así, un vino que hoy cuesta $1.400 subiría a $1.681 con el proyecto, por lo que el precio a público aumentaría 20% y el consumidor deberá pagar $281 más por cada litro de vino. Asimismo, un vino con un precio de venta a público actual de $5.784 subirá a $6.359, por lo que el precio a público subiría 10% y el consumidor desembolsaría $575 más por cada litro.
Araneda aseguró que además de los consumidores, podría producirse un fuerte impacto sobre el empleo y los productores de uvas para vinos masivos del país. Entre la VI y VII Región hay cerca de 70 mil empleos que están relacionados directamente con la industria del vino (a nivel indirecto la cifra sube a 250 mil).
Efecto en trabajadores
“Esas personas se van a ver afectadas ya sea en el empleo o en las remuneraciones. Como se va a afectar el consumo del vino, van a caer las ventas y la industria se va a hacer más chica, por eso se van a ver afectados los trabajadores”, explicó el líder gremial.
Asimismo, señaló que la uva para producir vinos económicos proviene principalmente de predios de entre 2 y 13 hectáreas, rango que el Indap considera como categoría de productor vulnerable. Estos productores se ubican principalmente en las VII y VIII regiones y totalizan 60 mil hectáreas. Agrega que el Indap atiende a 15 mil productores de uva considerados vulnerables para los cuales el efecto tributario puede significar la ruina.
Con la reforma tributaria la producción de uva en el país podría reducirse en 20%; lo que equivale a unas 7 mil hectáreas menos de producción en las regiones VII y VIII. “Esas uvas se consumen en Chile, pero difícilmente se pueden exportar… No es que la gente arranque las hectáreas, lo que pasa, la verdad, es que los precios se van hacia abajo. El mercado ajusta los precios y al final (los productores) pagan los platos rotos”, dijo Araneda.
En el contexto de la reforma tributaria, el alza de impuesto específico al vino se justificó por un problema de salubridad pública. Sin embargo, Araneda aseguró que el vino está bajo un rango de consumo responsable, argumentando que desde hace cuarenta años han venido educando el consumo moderado. Así, ejemplificó, en Chile un adulto consume menos de una copa de vino al día de vino (60 cc), mientras que a comienzos de la década de los 70 se consumían siete copas de vino.
“Según estudios, el consumo moderado para las mujeres era de 125 cc al día y para los hombres 250 cc. En ese rango de consumo el vino tiene externalidades positivas. La evidencia científica ha demostrado que el vino, bebido con moderación, produce beneficios a la salud”, destacó.
Y agregó: “El consumo del vino, a diferencia de otros alcoholes como los destilados, es mucho más elástico. En cambio, los problemas de salud están en los destilados, y ahí la demanda es inelástica”.
- 12 litros de vino per cápita consumen los chilenos al año actualmente. Hace cuarenta años la cifra se elevaba a 60.
- 100 mil empleos directos da el sector vitivinícola en Chile, muchos de ellos en regiones. Esto equivale al 15% del empleo del agro.
- “Se va a poner en riesgo el empleo, especialmente se va a ver afectado el trabajo regional. Esto tiene un impacto social muy grande”. “Para solucionar un problema que el vino no produce se va a perjudicar a los consumidores más modestos, el empleo en regiones y a los productores más vulnerables”. René Araneda, presidente de Vinos de CHILE.
Fuente: El Mercurio