El presidente de viña MontGras, Cristián Hartwig, cree que, con el alza del dólar, las empresas tendrán más caja para adquisiciones, fomentando la consolidación de la industria. El mayor valor del dólar hará que las compañías vitivinícolas tengan más cajas, lo que podría impulsar las compras y/o fusiones en la industria. Así lo afirma el presidente de MontGras Properties, Cristián Hartwig.

“Cuando el dólar está bajo hay menos interés en poner plata. Sin embargo, cuando el tipo de cambio sube, hay más interesados en ver de qué se trata una empresa”, señala.

La compañía vitivinícola, que durante este mes cumple 20 años, abrió una oficina comercial en Asia en enero, mercado que será el principal foco de la firma durante 2014. Hoy, este continente pesa 20% del destino de los envíos de MontGras y la meta es elevarlo a entre 30% y 35%, en un período máximo de diez años. La firma también buscará posicionarse mejor en América Latina.

Actualmente el principal mercado para la empresa es Dinamarca, que concentra 20% del total de sus envíos. “Somos una de las viñas más grandes en ese país. Dinamarca tiene menos gente que Chile y vendemos cuatro veces más de lo que comercializamos acá. La diferencia es que los daneses nos pagan como reloj y acá conseguir un cheque de nuestros distribuidores es muy difícil”, asegura.

La compañía que en 2013 facturó US$ 32 millones -de los cuales solo 5% se explica por las ventas nacionales y el resto por exportaciones-, pretende elevar sus ventas este año hasta los US$ 37 millones, lo que estaría impulsado en parte por el aumento del dólar.

El ejecutivo asegura que el mercado nacional genera poco margen. Agrega que está disconforme con que un bajo porcentaje de las ventas de las compañías se expliquen por Chile. No obstante, dice que no está dispuesto a aumentarlo arriesgando rentabilidad y calidad de la cobranza.

Foco en volumen

Hartwig señala que el incremento del tipo de cambio permite a la viña bajar el precio de los vinos y aumentar el volumen de venta. Indica que, a diferencia de lo que piensan otras viñas, no le parece que sea tan relevante subir el precio promedio de la empresa. “Hay un potencial tremendo para vender vinos más bien baratos y con buenos márgenes. A mí no me interesa mucho aumentar el precio promedio, estoy buscando más volumen”, sostiene.

Agrega que hay que tener líneas de vino barato que sea rentable y aumentarlas en el tiempo, pues argumenta que con la situación económica en Europa este producto tiene un valor agregado. “Eso requiere de diseños especiales en materia de bodega y maquinaria. No es una resultante, sino que es una planificación bien compleja”, comenta.

Durante 2013 la empresa superó el millón de cajas exportadas. Y, de este total, 400 mil eran de vino barato, cuya venta proyectan aumentar en 50% este año. Este tipo de producto se embarca a través de Maola, filial que maneja un precio promedio de US$ 20 la caja, 17 dólares menos que el valor promedio de la caja de la marca Montgras.

La compañía cuenta con 600 hectáreas propias planteadas. Un tercio de las ventas se producen con uva propia, otro con uvas compradas y el resto con vino adquirido.

“Como el negocio del vino barato lo estamos haciendo con vino comprado, probablemente ese tercio se va a ir incrementando (el de vino que compran) y va a quedar estable la cantidad de kilos que producimos en nuestros huertos, por lo tanto, porcentualmente esa cuota (de producción propia) va a disminuir”, explica.

La compañía invertirá US$ 1,5 millones en una nueva línea de embotellación que estaría lista a fines de 2014.

 

Fuente: El Mercurio