Demasiado permisiva para los médicos, valiente para las asociaciones antidroga y excesiva para la industria.

El anteproyecto de ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores ha abierto un intenso debate social en España. El acceso de los menores al alcohol es una realidad y todo apunta a que la autoridad enfrentará firmemente el problema.

El director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, señaló que los datos sobre el abuso del alcohol por menores son muy preocupantes, sobre todo por los excesos que han aumentado en los menores.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) coincide en la preocupación por el tándem menores y alcohol. Los datos del Ministerio ponen en evidencia el fracaso de las medidas actuales. La realidad es que el consumo entre los menores ha aumentado y lo más preocupante es su facilidad para el acceso al mismo. Pero de poco sirve aumentar las sanciones si luego las administraciones no realizan inspecciones».

En la prevención del consumo entre los menores, la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) está de acuerdo, recordando que por ley ya está prohibido que los menores beban. Por esta razón el planteamiento que debería hacerse es qué está fallando; si hacen falta más leyes o si primero habría que cumplir las que hay.

Por otro lado existe el riesgo de criminalizar un producto, el alcohol, que es perfectamente compatible con una vida sana. Y no sería justo que se le equipare con el tabaco, porque este es incompatible con la salud.

En otros países, en los temas de publicidad se apuesta por la corregulación, más que por la prohibición. .Cabe recordar que en España se bebe un 30% menos que hace diez años y tienen más abstemios que la media europea.

 

Prohibir publicidad

Existe evidencia científica que justifica que la publicidad se prohíba por cuestiones de salud pública y por ética, porque esta adicción afecta a muchas personas, también a muchos bebedores pasivos. En cuanto a las sanciones, se  considera que son necesarias porque las leyes sin sanciones no se cumplen.

En un término medio se sitúan los productores de vino y de cerveza. El problema del alcohol y los jóvenes es de pautas de conducta y no de productos.

El Gobierno de la La Rioja insiste en defender que este producto no se puede equiparar al resto de bebidas alcohólicas por su graduación, vinculación a la gastronomía, arraigo cultural y papel en el desarrollo económico.