Viña Concha y Toro ha impulsado un programa de inversiones que ha sumado US$ 767 millones en estos últimos 10 años, es el programa más grande de inversiones que haya realizado una empresa vitivinícola a nivel mundial.

“Estas inversiones nos han permitido crecer en plantaciones propias, ampliar nuestra capacidad productiva e impulsar fuertemente nuestra presencia comercial y productiva en los mercados externos. En efecto, el crecimiento de Viña Concha y Toro y su posicionamiento entre las viñas líderes a nivel mundial han sido posibles gracias a la reinversión de sus utilidades, fuente de financiamiento primordial para las inversiones de la compañía”, dijo Alfonso Larraín, presidente del directorio de Concha y Toro, en el marco de la junta de accionistas de la compañía.

Respecto del alza al impuesto específico del vino, señaló que el gravamen de 15% actual subiría a 24%, sobre el precio neto. A su vez, sobre el impacto en el precio a público estimó un alza en torno a un 8%. Asimismo, calificó como desproporcionado y contradictorio el incremento de impuesto a los alcoholes.

El empresario, en el marco de la junta de accionistas de la compañía, aseguró que el negocio está sujeto al ciclo agrícola y que las inversiones que realizan toman varios años en madurar. “Por ello es fundamental contar con un entorno estable, reglas claras y certeza jurídica. En particular nos preocupa el impacto de la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT) sobre la capacidad de inversión de las empresas”, afirmó.

“Confiamos que en esta segunda instancia de discusión en la Cámara Alta se analizarán y ponderarán todos los impactos que provocará la reforma tributaria y en particular la fuerte alza del impuesto al vino, y que se harán mayores esfuerzos para revertir esta situación grave y preocupante”, afirmó.

Larraín añadió que comparte plenamente la necesidad de hacer un esfuerzo como país en materia educacional, sin embargo, hizo un llamado a concretarla sin sacrificar lo que se ha construido.

 

Situación de la firma

Larraín aseguró que para este año tienen en carpeta inversiones por US$ 50 millones, monto que puede ser revisado producto de la reforma tributaria. Según explicó, el desembolso estará destinado principalmente a plantaciones nuevas, bodega y tecnología.

El gerente general de Concha y Toro, Eduardo Guilisasti, manifestó que el volumen vendido por la viña en los últimos tres años ha crecido a tasas menores que en ejercicios anteriores.

“Producto del terremoto del 2010 los altos precios de uva y vino que se registraron a partir de ese período, la compañía no fue capaz de mantener tasas de crecimiento tan grandes como las que había mantenido en los períodos anteriores. Hemos agregado un millón de cajas entre 2010 y 2013 mientras que solo en 2009 añadimos un millón de cajas”, explicó.

No obstante, señaló que ahora creen que las condiciones están dadas para retomar tasas de crecimiento de dos dígitos.

En la junta de accionistas, Guilisasti hizo hincapié sobre el bajo desempeño que ha tenido Fetzer, la filial de la firma en EE.UU., y también respecto de los problemas en el mercado doméstico argentino.

“Fetzer es una de las que más ha golpeado a la viña. Ahí está la mayor dificultad que hoy enfrentamos”, dijo. Aunque explicó que esperan que los resultados vayan mejorando con el paso de los años. De hecho, el año pasado la viña estadounidense elevó en 4,1% sus ventas a US$ 114 millones.

El Mercurio / Economía y Negocios