Desde la OIV aseguran que se trata del 1% del consumo mundial de este producto. Se comercializa en franjas de precios bajos y hoy son un boom en la Unión Europea.
Desde hace un tiempo, se asiste en el mundo a un importante auge de las nuevas bebidas aromatizadas a base de vino, según señalan en un comunicado de prensa de la OIV. En realidad, este fenómeno se ha ampliado considerablemente y excede, ahora, el consumo exclusivamente estival.
La OIV ha abordado la cuestión hace un tiempo relativamente breve, considerando que las resoluciones sobre las bebidas a base de vino y sus prácticas de producción fueron adoptadas recién en 2010 y 2012 respectivamente. Si bien a nivel europeo, la categoría de “bebidas a base de vino” existe desde hace mucho tiempo, la Unión Europea ha adoptado recientemente, el 23 de enero de 2014, un nuevo reglamento (59/2014) que fija en 200 mg/l la dosis máxima de dióxido de azufre y de sulfitos (E 220-228) en los vinos aromatizados y las bebidas a base de vino.
Además de la aromatización, la edulcoración, la coloración y el agregado de aditivos alimentarios, en el caso de los vinos aromatizados, también se le añade alcohol. El vino o el vino especial deben constituir al menos el 75 % del producto final.
Las “bebidas a base de vino” son obtenidas a partir de este producto y pueden haber experimentado una aromatización, una edulcoración y una coloración. Son tragos que tienen un grado alcohólico bastante bajo, comprendido entre 3,5 y 14,5.
No está permitido el agregado de alcohol y el contenido mínimo de vino es de solo el 50% del producto final. Existe una gran variedad de sustancias colorantes, edulcorantes y aromatizantes autorizadas. Por lo tanto, se trata de una categoría de productos muy amplia. Es importante notar que la palabra “vino” no se permite en la denominación comercial. Se habla así de “blanco melocotón” o “rosado pomelo” y no de “vino rosado aromatizado al pomelo” o de “vino blanco con sabor a melocotón”.
Aunque es difícil, por el momento, contar con estadísticas precisas, destacan desde la OIV, existen muchas evaluaciones de mercado. Se habla de una comercialización (únicamente en Francia) de 22 millones de litros en 2013, mientras que en 2012 apenas se acercaba a los 13 millones y 4 millones en 2011. Para tomar real conciencia de la importancia de estos nuevos productos, se deben comparar las cifras del consumo total de vino, que se estimaba en 30 millones de hectolitros en 2013. Por lo tanto, esta bebida corresponde al 1% del consumo total de vino.